La intensificación del ciclo hidrológico producto del cambio climático levanta nuevas preocupaciones respecto de la seguridad hídrica y la capacidad de adaptación de la población a los eventos extremos. En efecto, estudios recientes muestran que los desastres asociados a las condiciones atmosféricas y climáticas como los aluviones, las inundaciones y la sequía, prácticamente se han cuadruplicado en los últimos 38 años, mientras los geofísicos como los terremotos se han mantenido.

Número de desastres de origen natural, separados en eventos geofísicos, meteorológicos, hidrológicos y climáticos (Fuente: Munich Re, Geo Risks Research, NatCatSERVICE, 2019).

En el caso particular de Chile, es aparente que ha aumentado la frecuencia e intensidad de eventos extremos producto del cambio climático. De hecho, de acuerdo al “Índice de Riesgo Climático Global (IRC)” presentado en la Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático de 2016 (COP22), Chile se encuentra dentro de los diez países más afectados por eventos hidrometeorológicos asociados al cambio climático. Del mismo modo, se estima que los impactos negativos de estas crisis medioambientales podrían incrementarse al menos en 2 a 3 veces hacia el 2030 y de 4 a 5 veces el 2050.

Como ejemplos de eventos extremos ocurridos en Chile, están los aluviones de las regiones de Atacama y Antofagasta ocurridos en marzo de 2015 y abril de 2017; el desborde del río Mapocho en la región Metropolitana en abril de 2016; los cortes de agua potable de emergencia en Santiago, producto de aluviones en la cordillera, ocurridos en abril de 2016, febrero y abril 2017; el aluvión de Villa Santa Lucía en la región de los Lagos, ocurrido en diciembre de 2017; y las recientes inundaciones en el altiplano en febrero de 2019, y en la regiones del Biobío y la Araucanía en junio 2019.

Imágenes de los aluviones ocurridos en la región de Atacama en marzo de 2015 y abril de 2017 (Fuente: diarios nacionales).

En el otro extremo…

En el otro extremo del ciclo hidrológico, tenemos la sequía de la última década, en donde el 2019 ha sido un año de extremos hídricos, rompiendo los récords históricos en términos de déficit hídrico, y dejando un panorama muy desolador.

Es así como para nuestro país, no son novedad las nuevas conclusiones sintetizadas en el capítulo 6 del nuevo reporte del IPCC (2019). En particular, la intensificación el ciclo ENOS (El Niño – La Niña) producto del cambio climático, explicaría en gran medida el aumento en la frecuencia e intensidad de los eventos extremos en Chile. Un ejemplo fue el Niño Godzilla del 2015-2016, que dejó consecuencias devastadoras en los sistemas hídricos de Chile. Las proyecciones de los modelos climáticos, por otra parte, no son muy alentadoras. Se prevé una intensificación aún mayor del ciclo ENOS, con más condiciones extremas de El Niño – La Niña. Es urgente entonces, desarrollar herramientas de adaptación a esta nueva normalidad extrema.

Desde el 2017 en Modelación Ambiental, estamos desarrollando con el apoyo de InnovaChile de CORFO, el proyecto de innovación social AlertaHidrica.cl. En esta plataforma de base científica-tecnológica, aterrizamos el conocimiento científico del clima y del agua, para crear soluciones de ingeniería que permitan una adaptación efectiva a los extremos hídricos, aumentando de esta forma la resiliencia de la población en Chile, y reduciendo su vulnerabilidad.

Referencias

de la Fuente, A., Meruane V. and Meruane, C. 2019. Hydrological Early Warning System Based on a Deep Learning Runoff Model Coupled with a Meteorological Forecast. Water. https://www.mdpi.com/2073-4441/11/9/1808

IPCC, 2019. IPCC SR Ocean and Cryosphere. Chapter 6: Extremes, Abrupt Changes and Managing Risks
https://report.ipcc.ch/srocc/pdf/SROCC_FinalDraft_Chapter6.pdf

Munich Re, Geo Risks Research, NatCatSERVICE, 2019. Facts + Statistics: Global catastrophes. https://www.iii.org/fact-statistic/facts-statistics-global-catastrophes

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