Los glaciares de montaña se forman cuando la nieve permanece por un largo periodo de tiempo en regiones donde la temperatura del aire no supera los 0 ºC. Esta nieve se comprime formando grandes masas de hielo, que por efecto de la gravedad, fluye como río por las laderas de los cerros, pero de forma mucho más lenta que un río (National Snow and Ice Data Center, 2019).